Hacer gin no es sólo combinar botánicos.
Emprender no es sólo vender botellas.
Es crear sentido en un mundo repetido.
Es resistir la inercia, crear con propósito, buscarle sentido al caos.

 

I. El comienzo no fue una idea. Fue una necesidad.

Navegante no nació como un plan de negocios.
Nació como un impulso: el de hacer algo que tuviera aroma, cuerpo y verdad.
Nacio en el medio del caos, de lo desconocido, en la oscuridad de una pandemia que nos alejaba.
En todo eso buscamos volver a encontrarnos. 

Lo que parecía solo un gin, pronto se transformó en un proyecto que nos atravesó en todos los planos: lo profesional, lo familiar, lo emocional.

Navegante lo hacemos dos hermanos.
Con historia compartida, discusiones, decisiones difíciles y brindis que cicatrizan.
Juntos, en el caos y en el cobre, buscamos construir algo que tenga sentido. Algo que dure. Algo que huela a verdad.

Y como todo lo que vale la pena, empezó con más dudas que certezas.

 

II. El alambique no es lo más difícil

Lo complejo no es la destilación.
Es encontrar botánicos que lleguen a tiempo.
Etiquetas que no se despinten.
Proveedores que no te cambien condiciones sin avisar.
Clientes que te digan “lo quiero” y luego desaparezcan.
Eventos donde dejás el cuerpo y no recuperás ni el costo.
Logística que no cierra.
Días sin venta.
Noches sin dormir.

Lo difícil no es el fuego que calienta el alambique.
Es el fuego interno que hay que mantener encendido, aunque a veces, todo parece decirte que no.

 

III. Pero también hay milagros

Hay gente que prueba tu gin y te dice: “Nunca probé algo así.”
Hay ferias donde un desconocido te agradece por lo que hacés.
Hay botánicos que llegan del monte y huelen a infancia.
Hay botellas que se abren en silencio y dicen más que mil palabras.
Hay amigos que se suman sin pedir nada, solo por creer.
Hay bares que te dan una oportunidad cuando más la necesitás.
Hay clientes que se convierten en parte del proyecto sin saberlo.
Hay sabores que te devuelven lugares que pensabas olvidados.
Hay copas que generan charlas que no se olvidan.
Hay decisiones pequeñas que definen todo.
Hay gratitud, aunque no la puedas medir en litros.
Hay brindis que curan, aunque nadie lo diga.

Hay momentos en los que entendés que no hacés gin: estás construyendo algo más grande. Y todo eso te recuerda por qué hacés lo que hacés.

 

IV. Hacer gin es hacer mundo

No queremos solo que Navegante sea un producto.
Queremos que sea una forma de ver el mundo:

  • Donde se respete el origen de cada ingrediente

  • Donde las personas importen más que los márgenes

  • Donde el diseño tenga alma

  • Donde el brindis tenga peso

  • Donde podamos elegir no lo más barato, sino lo más verdadero

Producir gin así es lento.
Y es costoso.
Pero es nuestro manifiesto líquido.

 

V. Emprender es una forma de resistencia

Nos negamos a hacer sin alma.
Al hacer por hacer.
A la lógica de la venta por volumen sin corazón.
A la estandarización sin identidad.

Nos paramos aca.
Con un producto que no grita, pero sostiene.
Con una comunidad que crece desde el encuentro.
Con una marca que no es humo:
es corazón, es manos, es propósito.

 

VI. Si alguna vez soñaste con hacer algo propio…

…sabés lo que es esto.

No importa si hacés pan, ilustraciones o destilados.
Lo que importa es que vos también querés cambiar el mundo, aunque sea un pedacito.
Nosotros elegimos hacerlo con botánicos, fuego y vidrio reciclado.
Y vos, cada vez que elegís Navegante, nos decís que no estamos solos.

 

En un mundo saturado de opciones, elegir un gin no es una decisión técnica.
Es una forma de identificarse.
El gin que elegís habla por vos:
por lo que te gusta, por cómo disfrutás, por lo que valorás.
Y cuando ese gin no solo te gusta, sino que resuena con tu forma de ver el mundo, ya no es solo una bebida.
Es un lugar.
Un territorio compartido entre quienes sienten igual.

 

Gracias por estar ahí.
Por leer, por brindar, por compartir.

Este proyecto no lo hacemos nosotros.
Lo hacemos todos los que creemos que el mundo puede ser un poco más hermoso, más justo y más aromático.

Una botella a la vez.